El lado bueno de las cosas

El Lado Bueno de las Cosas
Un canto a la vida y al amor

LadoBuenoCosasParece que se hubiera hecho aposta, las mejores películas, y con más opciones a llevarse el máximo premio del cine, son de muy largo metraje, pasan de dos horas, arriesgan en la temática, profundizan mucho en los personajes, y cuentan con interpretaciones sublimes, de esas que habría que otorgar premios ex aequo para varios de los intérpretes.

Pese a que mi favorita sigue siendo -Los miserables-, es una apuesta difícil, por dos razones, el factor campo, donde el Lincoln de Spielberg lleva ventaja, y por la propia calidad de la competencia, tanto de -La Vida de Pi- de Ang Lee, como la ya mencionada del 16º presidente norteamericano, como ésta que les descubro a continuación.

La otra buena noticia es que Zero Dark Thirty se queda fuera de carrera, como me parecía lógico, pese a las banderas y cornetas, que se trasladarán seguro corriendo para animar al equipo de Spielberg. Del resto, -Argo- está bien pero no para tanto, y -Amor- juega en campo contrario, y de la de Tarantino, ¿Dyango....? (¡¡cielos!!), no, –Django desencadenado- ya hablaremos en su momento.

Sinopsis

Pat (Bradley Cooper) es dado de alta en el hospital psiquiátrico, donde ingresó por agredir al amante de su mujer, y puesto en libertad vigilada bajo supervisión de sus padres (Robert de Niro y Jackie Weaver) con los que ahora tiene que volver a convivir además de cumplir con una orden de alejamiento de su mujer, de la que sigue muy enamorado y a la que recuerda de forma obsesiva. Ese es el principal escollo para su recuperación, en la que pone todo su empeño, en mitad de todo esto conoce a Tiffany (Jennifer Lawrence) , que también sufre un trastorno mental, paulatinamente la historia dará un giro total.

La Tragicomedia

A los españoles nos encanta este género desde tiempos de “La Celestina”, forma parte de nuestras señas de identidad, porque es como la vida misma, nos gusta reconocer la realidad, una base psicológica alejada del amor visto como un cuento de hadas, y mucho más cercana, aquella en la que la vida nos da tanto como nos quita, y donde el balance que hagamos depende exclusivamente de nuestro punto de vista. Y disculpen que adopte una postura perspectivista, pero es esa visión la que nos acercará o alejará de la felicidad, independientemente de que estemos en vanguardia o en retaguardia, de nuestra posición económica, o incluso, como plantea la película, de si estamos enfermos o estamos “sanos”. Es tan importante ese enfoque que llega a convertirse, junto a la simple supervivencia, en el factor vital más relevante, hay millones de personas en el mundo que sobreviven con lo justo, y tienen una vida más plena que otros muchos, que viven en países desarrollados con todos los medios materiales a su alcance, pero con profundas fallas psicológicas, angustia existencial y recurrente sensación de infelicidad.

La película llena desde el primer momento

La densidad e intensidad del guión, que es obra del propio director, es comparable con la de una obra clásica. Y como he recogido en otras ocasiones, cundo el guión carga mucho peso en los personajes, se necesitan buenos actores, y ambas circunstancias a favor confluyen en esta historia bien llevada.

No es difícil dejarse enganchar por diálogos ágiles, descarnados, que dejan ver en primera persona todo aquello por lo que pasa un enfermo mental, y lo que sufre la familia y seres queridos que también viven la enfermedad. ¡No se me asusten!, el guión es tan bueno, tan verosímil, que para aquellos que conocemos estas situaciones por nuestro trabajo, reconocemos tanto la realidad de lo que allí se describe, como la posibilidad real y cierta de tratarlo adecuadamente, de sobrellevarlo, de tener esperanza. Y digo que no se me asusten, porque todo el mundo tiende a pensar que su cabeza funciona perfectamente, y cuando cree que a alguien no le ocurre lo mismo, le tacha de “loco”. La realidad es muy distinta, una cantidad ingente de personas viven atenazadas por camisas de fuerza invisibles que les impiden pensar y vivir en verdadera libertad, armonía, y felicidad. Poca gente se para a disfrutar de un vaso de agua que sale del grifo, sino que se lo bebe aprisa mientras se entrega a altas e interminables misiones, perdiendo, precisamente, la perspectiva. A lo largo de la vida, toda persona sufre, cuando menos, alguno, o a veces varios trastornos psicológicos. Normalmente, son leves, y casi nunca son tratados, pero los sufren; el trastorno depresivo por la muerte de un ser querido, trastornos de ansiedad, estrés, tan comunes como otras dolencias físicas, y que a primera vista no son tampoco muy visibles. Sin embargo, la mayor parte de esas personas no son realmente conscientes del problema, y en el caso de algunos, sólo cuando deriva a peor y se convierte en un problema grave, es cuando deciden ser tratados o cuando les obligan a ello.

El cómo se describe el trastorno bipolar de Pat, que emerge en un brote psicótico, de una forma tan veraz y común, con una interpretación tan brillante que nos mete en su piel, cuando llega a casa y se encuentra a su mujer con su amante, y el repetitivo detonante que es la canción de su boda (My cherie amour), es impresionante. Y justo en sentido contrario, es fascinante cómo Pat reacciona al encontrarse a Tiffanny con la que comparte dolencias, ella saliendo de una grave depresión, a la que irá conociendo poco a poco, entablando una peculiar relación in crescendo, con grandes momentos a veces cómicos, unos tiernos y otros duros, y de gran patetismo, que nos convierten en espectadores de una extraordinaria lección sobre la vida.

La metáfora de la gran apuesta del padre, interpretado por Robert de Niro, no es sino, la apuesta que todo padre hace o haría con su hijo en una situación similar, protegiéndole, poniéndolo todo por su recuperación y salud. La otra metáfora es la propia música de la película.

Me quedo también con un comentario del mejor amigo de Pat, (que es bastante calzonazos), y reconoce que hay veces que tiene que meterse en su garaje, pone a tope música de Metallica y Megadeth y se pone romper cosas. (Es a lo que antes me refería, todo el mundo tiene un punto de ruptura).

El reparto

Sencillamente impresionante, soportan la carga de sus papeles con pasión. Permítanme que por elementales cuestiones de respeto, comience por dos, aquí, secundarios. ROBERT DE NIRO, ¡pues claro!. No puede haber dinero mejor empleado, viene con garantía incluida. (Mi apuesta para el mejor actor de reparto). Pese a que al comienzo alguno de sus rasgos me recordaban al personaje que interpretó en Fanático (dirigida por Tony Scott, 1996), pronto nos demuestra que su paleta de colores es tan amplia como haga falta. Su interpretación del padre del Pat es emocionante, puede pasar de presentar a un tipo que parece sufrir un TOC, y está enganchado a las apuestas de fútbol, a un sentido padre en un acto de contrición indagando en su posible culpa o contribución a los problemas de su hijo. Muchos padres se verán reflejados en él. Y de Jackie Weaver, que hace de sufrida madre, lo mismo, “hat trick” para ambos. Especial mención también para Chris Rock, no es lo mismo hacer de alocado y cargante vacilón al que nos tiene acostumbrados, que interpretar a un enfermo escapista del psiquiátrico, se nota que el oficio de los actores veteranos es contagioso.

Los protagonistas

BRADLEY COOPER, ha superado sin duda su “Resacón en las Vegas”, y se doctora como actor, escenificar los distintos desórdenes de su personaje de forma franca, creíble, directa, conecta con el patio de butacas, el espectador llega a sufrir y a reirse con él, aún le queda margen para crecer,( claro, sobre todo, si le vemos al lado de De Niro ), pero hace un buen papel.

JENNIFER LAWRENCE, la chica de “Los juegos del hambre”, no desentona demasiado, sobreactúa un pelín, tiene mucho más margen todavía, pero hace un papel correcto.

La música

Nuevamente tengo que hablar del prolijo maestro Danny Elfman autor de la B.S.O. Destacaría “Silver Lining Titles” con sonido algo sesentero pero, como siempre, arreglos extraordinarios y “Walking home” (puro chill out en menuetto).

En una primera parte de la película, sólo se oyen los acordes de la canción de la boda de Pat, porque él sólo oye esa música en su cabeza, a la par que van sucediendo las cosas, y especialmente, cuando su mejor amigo le regala el Ipod, y comienza a entrenar para bailar, es cuando empezamos a escuchar toda la música.

Del resto de temas en la película hay varios clásicos, ya cité antes el tema de Stevie Wonder “My cherie amour” que retumba en la cabeza de Pat.. “Mountain Man” (Alt-J feat) de Búfalo, muy delicada. “Now I’m A Fool” de Eagles Of Death Metal, muy bien situada.

Y dos temas muy conocidos la dulce “Goodnight Moon” de – Ambrosia Parsley & The Elegant Too, y el temazo, Girl From The North Country (Johnny Cash & Bob Dylan) .Una pieza maestra compuesta por el poeta, trovador y genio Dylan , un nostágico canto al amor verdadero.

Me dejo para el final dos temas del compositor de Jazz Dave Brubeck, y su cuarteto, la rítmica “Unsquare Dance”, y su extraordinaria versión jazz de “María” del genio Leonard Berstein, (que también puso broche con otra pieza suya de West Side Story, “América”, en un bis, en el concierto de Reyes de este año en el Auditorio Nacional y que todavía resonaba en mi cabeza). María “the most beautiful sound I ever heard......Maria, Maria, Maria.......”, ya sea con orquesta, en el teatro, o versión jazz, me encanta.

A destacar

Una gran película, un estudio sobre la conducta humana, sobre las emociones, sobre las pasiones, sobre el amor, un extraordinario guión, insisto, mi candidato al Oscar al mejor guión adaptado, y una nueva muestra de hasta donde puede llegar una buena historia bien llevada. El director David O´Russell logra mantener la atención durante una larga película, incluso aun a riesgo de reiterar algunas secuencias, en todo caso, necesarias para condensar en unos minutos como puede evolucionar una persona adecuadamente tratada. Una de esas películas que les hará sonreir y dejará muy buen sabor de boca.

Un mensaje positivo y luminoso de los que precisamos en momentos tan convulsos como los que vivimos.

TRAILER OFICIAL