Toledo, la ciudad de El Greco

Toledo, la ciudad de El Greco
En 2014 se celebra el IV Centenario de la muerte de el Greco y la ciudad prepara un amplio programa de actos conmemorativos que supondrán el evento cultural más importante de España.

Toledo2La presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores Cospedal, y el alcalde de la localidad Emiliano García-Page, asistieron en Toledo a la reunión de la Fundación El Greco en la que se aprobó el programa de actos conmemorativos del IV Centenario del fallecimiento de El Greco, uno de los pintores más reconocidos y, probablemente, el vecino más insigne en la historia de la ciudad castellanomanchega. Para la celebración de tan importante efemeride, la Fundación El Greco, presidida por Gregorio Marañón, lleva tiempo preparando una serie de eventos de altísima calidad que tiene en cuenta todas las variantes culturales y todas las repercusiones de la efeméride de El Greco 2014.

Este importante acontecimiento servirá, sin duda, para revitalizar la ciudad como destino turístico. Los turistas y visitantes tienen una buena oportunidad en 2014 de conocer la ciudad de las tres culturas, una ciudad Patrimonio de la Humanidad que para muchos es la “segunda Roma”. Al amplio catálogo monumental e histórico que se puede visitar por las intrincadas calles toledanas, ahora se pueden sumar las grandes exposiciones que homenajearán al pintor, así como conferencias,  actuaciones musicales, jornadas gastronómicas, muestras de esculturas y la apertura de varios espacios de la ciudad que habitualmente permanecen cerrados a toledanos y visitantes. Cabe destacar la exhibición por primera vez al público de una obra del pintor cretense que se conserva desde hace más de 400 años en el interior de la capilla de San José, de titularidad privada.

La capital castellanomanchega es una joya que tiene España. Rodeada por el río Tajo, ofrece entre sus murallas una espectacular muestra de la historia del arte español. Romanos, visigodos, musulmanes, judíos, cristianos...todos los pueblos que han configurado la historia de España dejaron en Toledo su legado. Hoy, Toledo es una de las ciudades más hermosas del mundo. Una visita nunca parece suficiente ya que el turistas siempre se queda con ganas de conocer más y mejor esta maravillosa ciudad. Los monumentos más conocidos quizás sean su Catedral, la Puerta de Bisagra, el Alcázar, el Monasterio de San Juan de los Reyes, las Sinagogas de Santa María la Blanca y la del Tránsito, la Mezquita del Cristo de la Luz, el Museo del Lienzo del Entierro del Señor de Orgaz... pero Toledo sin duda es mucho más.

Perderse entre sus laberínticas calles es un auténtico deleite. Y también contemplar las vistas panorámicas desde los Cigarrales, sus iglesias y conventos, hoy recuperados muchos para la vida cultural y de ocio; sus termas romanas, baños árabes y judíos... Todo un mundo por descubrir que, a la puesta de sol, por la noche es doblemente gratificante. Por eso, muchas empresas ofrecen paseos guiados nocturnos y muchos los lugares más insospechados donde disfrutar tomando algo con buena música, como un antiguo patio de vecinos o una iglesia rehabilitada como local para tomar copas en compañía de buenos amigos.

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La Ciudad Histórica de Toledo está inscrita en la Lista Oficial de los Bienes Patrimonio de la Humanidad dentro de los "Bienes Culturales" desde 1986 por sus valores paisajísticos, su entorno geográfico, el encajamiento del río, los Cigarrales, las Vegas, el emplazamiento de la ciudad migmatítica (rocas metamórficas muy antiguas), y sus miradores (La Granja, Virgen de Gracia, Santa Leocadia, San Cristóbal).

La ciudad de Toledo está emplazada en lo alto de un promontorio granítico que el río Tajo, con un cauce profundamente encajado, rodea y aísla por los lados este, sur y oeste, mientras que por el norte se une con la meseta castellana a través de la comarca de La Sagra. Su emplazamiento es tan original como el de Venecia o Brujas. A fines del Terciario se produjo una falla entre el roquedo granítico y las arcillas y otras capas blandas que se extienden desde la vega al pie del Guadarrama.

A lo largo de toda su extensa historia, Toledo ha sido conocida siempre por ser la Ciudad de la Tolerancia o la Ciudad de las Tres Culturas, con la convivencia de judíos, musulmanes y cristianos.

La ciudad nunca estuvo dividida de una manera clara por barrios de cada una de las religiones, pero sí existen zonas de una mayor influencia de cada una de ellas.

TOLEDO CRISTIANO

Toledo1Toledo fue cristiana desde el siglo IV, siendo parte del imperio de Roma, lo fue durante el reino visigodo (pugnando con la doctrina arriana) y pasó los siglos de convivencia entre las tres religiones, la musulmana, la judía y la católica, hasta la llegada de la Reconquista.

En el siglo XVII la entonces "ciudad convento" contaba con casi setenta edificios de usos eclesiásticos o afines como colegios, hospicios, hospitalitos o capillas. Las iglesias de fundación más antigua como Santa Justa y Rufina, fueron remodeladas varias veces, según las necesidades y gustos de sus protectores. Después de las desamortizaciones decimonónicas, muchos de estos edificios pasaron a tener usos civiles, privados o administrativos.
 
TOLEDO ÁRABE

La estructura urbana de Toledo es árabe, con sus calles estrechas y sinuosas, sus casas cuyos tejados casi se tocan, pero las ventanas nunca se miran de frente. Edificios que encierran a la vista pública sus joyas más preciadas, los patios llenos de verdor, azulejos y fuentes de agua. De la docena de mezquitas que existieron quedan dos, la del Cristo de la Luz, del año 999 y la de Tornerías, algo posterior.

La mezquita mayor estaba en el emplazamiento actual de la catedral, pero parece ser que no fue un edificio notable, sólo espacioso para poder acoger a todos los habitantes varones de la ciudad. La zona de el Alcázar y el actual Museo de Santa Cruz con su zona adyacente hasta el Puente de Alcántara, tenía muralla propia que separaba la alcazaba, su guarnición y los palacios, del resto de la ciudad.

Los barrios del sur, colindantes con el río, estaban ocupados por las tenerías, tintorerías y otras instalaciones relacionadas con el agua. Se supone que allí construyó su legendario reloj y calendario acuático el gran astrónomo Azarquiel.

Las puertas de Alfonso VI o Bisagra Vieja, la del Vado y la de Alcántara y de Doce Cantos tienen estructuras árabes. La noria en la orilla del Tajo, en el parque Safont, es herencia de las técnicas de regadío musulmanas. Pero sobre todo, la herencia más patente y omnipresente es la estética mudéjar en la arquitectura y decoración con el uso del ladrillo, la mampostería, los variados arcos entrelazados, las techumbres de madera y las ricas yeserías, utilizadas durante siglos en todo tipo de edificios, incluida la catedral.

TOLEDO JUDÍO

Toledo8Las dos únicas sinagogas que permanecen en pie actualmente inducen a llamar el barrio donde se encuentran, la Judería, donde se supone hubo mayor concentración de la población hebrea, aunque en realidad en la ciudad llegó a haber un total de diez sinagogas repartidas por todo su emplazamiento.

Su límite sería la desaparecida parroquia de San Martín en las proximidades de la Puerta del Cambrón y los restos de construcciones defensivas por encima del Puente de San Martín, llamadas tradicionalmente el Castillo de los Judíos, siguiendo la línea ascendente casi recta de la calle del Ángel. Aquí podemos encontrar la Puerta del Judío del siglo XII al inicio de la cual existen casas con restos de las mikve, baños rituales, en sus sótanos. También la zona de la calle de Comercio y el solar ocupado desde el siglo XIV por el claustro catedralicio era conocida como la Judería o Alcanáa.

RUTAS POR TOLEDO

Una de las mejores formas de conocer Toledo es recorrer alguna de las rutas turísticas. Una de las más recomendables es la denominada “Paseos por el Toledo de Alfonso X El Sabio, La Escuela de Traductores y la Ciudad de las Tres Culturas”.

Alfonso X El Sabio, nacido en Toledo el 23 de noviembre de 1221, hijo del Rey Fernando III, Rey de Castilla, fue una de las figuras políticas y culturales más significativas de la Edad Media en la Península Ibérica y en el resto del continente europeo.

La figura de Alfonso X El Sabio supone para Toledo otro legado cultural más debido a su vinculación simultánea a Oriente y Occidente, y a su impronta cultural, consolidando y dando arraigo propio a la Escuela de Traductores de Toledo, en el s. XIII. Las traducciones de textos árabes y judíos, y al mismo tiempo la traducción de obras griegas, hicieron de Toledo el centro neurálgico e intelectual de Europa.

Si entonces hubiera existido el turismo, sin duda, Toledo hubiera sido el destino por antonomasia del mundo donde realizar turismo idiomático. Quizás hoy en día, ya en pleno siglo XXI, tampoco haya un mejor lugar en el mundo para el aprendizaje del  idioma español.

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TOLEDO Y EL GRECO

Nació en Creta en 1541, con el nombre de Domenico Theotocopoulos, donde comenzó pintando iconos ortodoxos.

De allí, a sus veintiséis años, viajó a Venecia, donde conoció bien los trabajos de Tiziano, Tintoretto, Bassano o Veronés. Posteriormente pasó varios años en Roma. Hacia 1575 decide venir a España con el propósito de trabajar, como tantos otros artistas, en la decoración del recién iniciado Monasterio de El Escorial.

Gracias a su amistad con el deán de la Catedral Primada don Diego de Castilla, venía ya con su primer encargo, el de realizar los tres altares con sus correspondientes pinturas en el toledano convento de Santo Domingo el Antiguo.

Toledo10De los cuadros originales quedan los dos Santos Juanes del altar mayor y la Resurrección de Cristo ante San Ildefonso en el lateral.

Poco después, la sede primada le encarga el Despojo de las vestiduras de Cristo sobre el Calvario (1577-1579) posteriormente conocido como El Expolio, que preside el neoclásico altar de la sacristía catedralicia. Fue una obra muy polémica, porque la Contrarreforma exigía presentar a Jesús torturado, humillado al ser desnudado públicamente, sufriendo dolor humano, mientras que El Greco lo muestra sobrehumano, vestido con una túnica de brillante color rojo.

En 1580, pinta para El Escorial el Martirio de San Mauricio y las tropas tebanas, pero su personal manera de presentar no agradó al prior del monasterio ni al monarca. El cuadro "no invitaba a rezar". Así que el artista cretense no recibiría más encargos de la Casa Real y viviría el resto de su vida en Toledo, en la antigua residencia de los Marqueses de Villena.

Era un hombre culto y con inquietudes intelectuales, como lo demuestran las numerosas y largas anotaciones que hacía en sus libros de arte, como los tratados de Vitrubio y los de Vasari.

Hizo amistad con lo más selecto y culto de la sociedad toledana (doctores, poetas, médicos, el alto clero) de la que recibía la mayoría de sus encargos.

En el Entierro del Señor de Orgaz (1586) cuadro pintado con la ocasión de la victoria judicial del párroco de la iglesia de Santo Tomé contra los habitantes de dicha villa, quedaron retratados estos personajes, formando el cortejo fúnebre. Es obra suya también el altar de la toledana capilla de San José.

Otro importante encargo eclesiástico fue el proyecto del altar en la iglesia del Hospital de Tavera, en cuyo museo se conserva la única escultura conocida del artista, un Cristo Resucitado, que debería estar suspendido por encima del Sagrario con hilos invisibles.

En el famoso cuadro de Vista y plano de Toledo, custodiado en el museo del pintor, ese edificio, situado fuera de las murallas, ha sido colocado sobre una nube que así permite su presencia junto al resto de la ciudad. Se conserva la explicación manuscrita que da el pintor de tal composición. También se pueden admirar sus obras en otros lugares de la enorme diócesis toledana, como es el Hospital de la Caridad en Illescas o el Monasterio de Guadalupe. Quiso que su hijo también fuera pintor, pero Jorge Manuel se decantó por la arquitectura, dejando varias muestras de su quehacer en Toledo. Al morir El Griego, que así era conocido, en 1614, fue enterrado en el convento de Santo Domingo el Antiguo. Sin embargo, debido a la venta de la cripta donde reposaban sus restos, y a tenor de la expresa intención de su hijo de trasladarlos a la Iglesia de San Torcuato, no hay certeza absoluta que sigan en ese lugar. La iglesia de San Torcuato fue demolida en 1868, perdiéndose la posibilidad de averiguar la verdad.

LOMEJOR.COM / FOTOS: CARLOS GARCÍA