Atapuerca, un yacimiento proyectado hacia el futuro
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- Publicado: Martes, 04 Diciembre 2012 12:09
- Escrito por Super Usuario
Atapuerca, un yacimiento proyectado hacia el futuro
La Cuenca Arqueológica de la Sierra de Atapuerca, Patrimonio Mundial desde el año 2000, es un trabajo científico de primer orden que ha resultado modélico
Hablar de Atapuerca es hacer referencia a una larga e interesante historia en la que, entre otras cosas, nunca han faltado problemas, así como gente empeñada en solucionarlos permanentemente, ambos ingredientes definitorios y siempre presentes en nuestra idiosincrasia como nación. Y también es la historia de un trabajo científico de primer orden que ha resultado modélico para el resto de la comunidad internacional.
Desde el año 1863, que es cuando se tienen las primeras noticias del yacimiento paleontológico, hasta hoy, ha llovido mucho. No es necesario apuntar la gran cantidad de vicisitudes, por decirlo suavemente, que han pasado por encima del enclave en determinadas épocas, las más graves con expolio incluido.
Sin embargo todo empezó a cambiar en los albores de la revolución industrial, a principios del siglo XX, cuando la demanda de carbón y hierro por parte de la siderurgia vasca hizo necesaria la búsqueda de mineral en la zona burgalesa. Para trasportar las materias primas fue necesario utilizar un ferrocarril cuyo trazado, casualidades del destino, fue a pasar por en medio de la Sierra de Atapuerca. Se excavó una trinchera para evitar desniveles, se tendieron las vías y el tren comenzó a funcionar. Fue por poco tiempo. En el año 1910 dejó de ser rentable y la enorme zanja por donde discurrían las vías quedó abandonada.
Ese mismo año empezaron a aparecer huesos en la trinchera del ferrocarril, e incluso pinturas rupestres en algunas oquedades puestas al descubierto durante los trabajos de demolición. Todo ello dio cierta notoriedad al yacimiento, aunque no fue hasta el año 1964 cuando comienza una sucesión más o menos ininterrumpida de hallazgos que va a desembocar, allá por el año 1978, en la tesis doctoral de un joven ingeniero de minas, Trinidad Torres, el cual encuentra en la zona una mandíbula humana y fragmentos de un parietal fosilizados. Torres entrega los restos a su director de tesis, Emiliano Aguirre, y éste se da cuenta rápidamente de que esos restos pertenecen a una especie de homínidos no catalogada aun por la ciencia y cercana a los 200 000 años de existencia. La importancia del hallazgo hace que, ese mismo año, don Emiliano, comience la complicada tarea de buscar financiación para excavar la Sierra, formar un equipo de especialistas y profesionales, conseguir permisos y beneplácitos administrativos y un largo y tedioso listado de “sine qua non”. A pesar de las dificultades, los trabajos comenzaron relativamente pronto y los primeros hallazgos de interés mundial no tardaron en llegar.
Aguirre se jubila en 1990 y a partir de ese momento continúan con el proyecto José María Bermúdez de Castro, Juan Luis Arsuaga, ambos paleontólogos y el arqueólogo Eudal Carbonell, todos ellos jóvenes y, sin embargo, con mucha experiencia a sus espaldas, lo que dio lugar a un impulso espectacular en las excavaciones, razón por la cual se produjeron, a su vez, una serie de hallazgos que hicieron variar sustancialmente todas las teorías vigentes sobre la especie Homo en Europa, además de encajar un nuevo eslabón en nuestra cadena evolutiva: el Homo Antecessor, cuyos restos muestran signos patentes de un creciente desarrollo como homínidos.
La complejidad de los estudios llevados a cabo desde entonces hasta el momento presente por varios equipos interdisciplinarios que estudian la fauna y la flora circundante del Pleistoceno, que es donde se sitúa Atapuerca, así como los estudios encaminados a conocer la organización social y las costumbres de los distintos grupos humanos, qué cazaban y recolectaban y, por lo tanto, cómo se alimentaban y en que medida esto produjo avances y mejoras en la capacidad intelectiva de la especie, y la interrelación de dichos estudios para llegar a conclusiones más globales y precisas sobre nuestros orígenes, han convertido Atapuerca en el yacimiento más completo y complejo de Europa, motivo por el cual es visitado asiduamente por numerosos científicos de todo el mundo que admiran, no solo la modernidad de las instalaciones, sino también la modélica organización que encauza las investigaciones en la mejor dirección posible.
Podemos hacernos muchas preguntas desde nuestra óptica contemporánea, mediatizada por las prisas y el estrés, sobre todo acerca de las razones que pueden llevar a un grupo de científicos a perder el tiempo husmeando en la vida de nuestros ancestros más remotos, pero es obvio que si proyectamos algo de luz sobre nuestro pasado como especie, iluminaremos nuestro presente, lo que nos permitirá planificar mejor un hipotético futuro.
Esto queda patente en el didáctico y maravilloso Museo de la Evolución, obra del arquitecto Juan Navarro Baldeweg, en la cercana ciudad de Burgos, junto al Arlanzón, donde se recogen los restos fósiles más emblemáticos de nuestros antepasados, sus herramientas y útiles, los distintos modelos de habitación y asentamiento dentro de los distintos ecosistemas de Atapuerca y unas reconstrucciones escultóricas impresionantes de los distintos homínidos que vivieron desde hace 7 millones de años hasta ahora. Todo ello dentro de unos espacios cuidadosamente estudiados desde el punto de vista didáctico, sin olvidar, por supuesto, los aspectos estéticos, lo que hace imprescindible una visita tranquila y sin prisas.
Datos:
Cuenca Arqueológica de la Sierra de Atapuerca: Patrimonio Mundial desde el año 2000
Criterios para su declaración como Patrimonio Mundial por la Unesco:
Criterio III: Aportar un testimonio excepcional sobre una civilización desaparecida.
Criterio V: Ser un ejemplo destacado de formas tradicionales de asentamiento humano en interacción con el medio físico.
Período: Pleistoceno
Registro de asentamientos: 1,2 millones de años
Homínidos hallados: Homo Antecessor, H. Heidelbergensis, H. Neandertal y H. Sapiens.
Municipio: Ibeas de Juarros (Burgos).
Más información: www.atapuerca.org. Donde se pueden consultar horarios y organización en general.
TEXTO Y FOTOS: JESÚS HERRERO MARCOS