Comunitat Valenciana: Destino de vanguardia

Comunitat Valenciana: Destino de vanguardia
Castellón-Costa Azahar, Valencia Terra i Mar, Benidorm y Costa Blanca son las cuatro marcas turísticas valencianas

Valencia1La Comunitat Valenciana es un destino turístico de vanguardia cuyo principal reclamo es el producto de sol y playa en constante evolución, diversificado y sostenible. Las cuatro marcas turísticas valencianas: Castelló-Costa Azahar, Valencia Terra i Mar, Benidorm y Costa Blanca tienen suficientes encantos para atraer a millones de turistas extranjeros y españoles durante todos los meses del año.

Además de las famosas playas, una rica gastronomía, el maravilloso clima mediterráneo o la variada oferta cultural y de ocio, durante los últimos años la Comunidad Valenciana ha sido sede de importantísimos eventos culturales y deportivos que han atraído aún más a los visitantes. La Fórmula 1 en el Valencia Street Circuit, la Copa América, que vuelve a Valencia en el 2010; el Master de Golf, la Luz de las Imágenes, el Palau de les Arts Reina Sofía, la Ciudad de las Artes y las Ciencias o la Ciudad de la Luz  han convertido a Valencia en uno de los mejores destinos turísticos de España y de Europa.

Desde Castellón a Valencia y Alicante, la costa de la Comunidad Valenciana está llena de encanto para el turismo. De ello dan buena cuenta los madrileños, que abarrotan las playas en verano, y los turistas internacionales que copan los lugares más espectaculares y cálidos durante todos los meses del año.

En Alicante, de Denia a Pilar de la Horadada, pasando por Jávea, Calpe, Altea, Alicante, Orihuela, Santa Pola y Torrevieja, el Mediterráneo se acerca a una tierra llena de luz, que lo envuelve todo con un clima excepcional. Una completa infraestructura turística, un paisaje espectacular y una sugerente y variada oferta en gastronomía, fiestas populares, deporte, cultura y animación convierten a la Costa Blanca en uno de los lugares más cosmopolitas de Europa, donde las diferentes culturas de los visitantes se funden con la autóctona en perfecta armonía. En Alicante, recorrer el típico Paseo de la Explanada, bordeado de palmeras, descansar en la playa del Postiguet -en pleno núcleo urbano- y conocer el animado ambiente de la zona del puerto comercial y deportivo, con restaurantes, cafeterías y tiendas con sabor marinero, es todo un lujo.

En la provincia alicantina se puede disfrutar de las magníficas playas y calas de la Costa Blanca para todos los gustos: tranquilas, animadas, con dunas y de fina arena. Además se puede contemplar el amplio conjunto de arte gótico, renacentista y barroco de Orihuela y deleitarse en Santa Pola con una caldereta de langosta. Desde el puerto se invita a navegar hasta la isla de Tabarca para recrearse con el maravilloso paisaje marino de la Costa Blanca. Y vivir intensamente la noche alicantina en discotecas, pubs y terrazas, o tomar una copa o un helado junto al mar, ir al casino, gozar de las salas de fiesta... Aquí es imposible aburrirse.

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Enamorarse de la naturaleza en los Parques Naturales de la Font Roja, en Alcoi, de La Marjal de Pego, en Oliva; el parque natural del Montgó, en Dénia y Jávea; de la Sierra Mariola; de las Salinas de Santa Pola, de las Lagunas de la Mata y Torrevieja; del Fondó o del Peñón de Ifach, en Calpe, es un acto romántico de carácter lúdico. Lo mismo que internarse en las comarcas del Vinalopó Mitjà y Alto, con sus castillos, gastronomía y  sus fabulosos vinos (Monóvar, Novelda, Sax, Villena,Biar, Aspe, Monforte del Cid y Petrer). Igual que elegir como recuerdo de su visita alguna pieza de cerámica de Agost, Orba y Biar o un objeto artesano de cáñamo, mimbre o esparto de Gata de Gorgos y subir al Cabo de San Antonio o al Montgó y degustar después los platos locales mientras se contempla el mar, el cielo y los acantilados de la Costa Blanca. Y después visitar Elx y adentrarse en el más extenso palmeral de Europa, declarado Patrimonio de la Humanidad. Y andar entre las dunas y nadar en las playas de Guardamar del Segura. Y practicar el senderismo en la sierra de Bernia, una memorable excursión por su larga crestería, siempre a mil metros de altura y junto al mar.

Es la misma sensación lúdica que navegar por la Marina y disfrutar de la belleza del paisaje de Dénia, Jávea, Teulada, Moraira, Calpe, Altea, la Vila Joiosa... pueblos marineros de Costa Blanca donde se encuentra historia y cultura en los más bellos lugares para el descanso y la diversión. Y si se quiere escuchar nostálgicas habaneras en el casino de Torrevieja, después de ver sus salinas y broncearse en sus playas.

Si el turista viene de lejos le suena  Benidorm, la auténtica ciudad turística. Playas de esmerada calidad y limpieza, edificios modernos y calles anchas, establecimientos hoteleros para todos los gustos y posibilidades, en un clima suave durante los 365 días del año, con todo tipo de actividades y ofertas. Y sobre todo, un pueblo acostumbrado a dar de sí para que el visitante se sienta como en casa. Benidorm, con la oferta del Parque Temático Terra Mítica y otros parques como Terra Natura, Mundomar o Aqualandia se convierte en el espacio de las civilizaciones mediterráneas, de la fauna y la naturaleza.  

 Valencia ofrece también larguísimas playas de arena dorada y montañas en el interior; instalaciones para practicar deportes, desde el golf hasta la vela; un intenso calendario cultural, fiestas tan conocidas como las Fallas, infraestructuras turísticas, una gastronomía sabrosa y mediterránea, instalaciones idóneas para la celebración de congresos y espacios para el ocio y la cultura como la Ciudad de las Artes y las Ciencias.

Lo mismo que Castellón, donde su Costa Azahar a lo largo de 120 kilómetros sorprende al visitante por su belleza. También resaltan la ciudad amurallada de Morella, Vinaròs, Peñíscola y Oropesa del Mar.