Museo Reina Sofía: Siempre en alza

Museo Reina Sofía: Siempre en alza.
Recibió el año pasado más de 2,7 millones visitantes, cuatrocientos mil más que el año anterior, atraídos por “El Guernica”.

reinasofia2012-01El Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía recibió el año pasado 400.000 visitantes más y logró una cifra insuperable hasta el momento en su corta historia: 2.705.529 observadores. Con esta cifra continúa la tendencia al alza que, de forma constante, se ha venido dando a lo largo de los últimos años. Los meses de mayor afluencia han sido los de abril y agosto, en los que se superaron los 300.000 visitantes, respectivamente. A lo largo de 2011, el Museo ha acogido 20 exposiciones, entre otras, las dedicadas al movimiento de la fotografía obrera,  Yayoi Kusama, Lygia Pape,  Elena Asins, Alighiero Boetti, Soledad Sevilla, Raymond Roussel  o Antoni Muntadas. Por otra parte, este año se ha abierto el tercer tramo de la Colección que abarca el período que va de 1962 a 1982, y se ha incrementado la oferta de las actividades públicas.


En mayo de 1988 se creó el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía que desde 1986 venía funcionando como Centro de Arte y obtuvo ya un notable éxito, con 1,8 millones de visitantes. Ocupa un lugar privilegiado, en un edificio róximo al Paseo del Prado, en lo que se llama también Triángulo del Arte, a escasos metros del Prado y del Thyssen.
La primera fundación del Hospital General de Madrid, actual sede del Museo, se debe al rey Felipe II, quien, en el siglo XVI, centralizó en este lugar todos los hospitales que estaban dispersos en la Corte. En el siglo XVIII, Fernando VI decidió la creación de un nuevo hospital, al resultar insuficientes las instalaciones para la ciudad. El actual edificio es obra del arquitecto José de Hermosilla y de su continuador, Francisco Sabatini, debiéndose a este último gran parte de la obra.


En 1805 el edificio fue ocupado para asumir la función para la que había sido construido, la de Hospital, aunque lo edificado no fuera sino sólo un tercio del proyecto de Sabatini. Desde entonces sufrió varias modificaciones y añadidos hasta que, en el año 1969, se clausura el hospital, pasando sus funciones a ser desempañadas por la Ciudad Sanitaria Provincial. Logra sobrevivir a la amenaza de demolición y, por medio de un real decreto de 1977, es declarado Monumento Histórico-Artístico, garantizando así su supervivencia.
En 1980 comienza la restauración del edificio,realizada por Antonio Fernández Alba; en abril de 1986 se abre el Centro de Arte Reina Sofía, utilizando las plantas 0 y 1 del antiguo hospital como salas de exposiciones temporales. A finales de 1988, José Luis Íñiguez de Onzoño y Antonio Vázquez de Castro llevarían a cabo las últimas modificaciones, de entre las que cabría destacar especialmente las tres torres de ascensores de vidrio y acero, diseñadas en colaboración con el arquitecto británico Ian Ritchie.


El Centro de Arte Reina Sofía fue constituido en Museo Nacional por real decreto el 27 de mayo de 1988 con sede en el Hospital General de Madrid y con los fondos artísticos que en su día estaban integrados en el Museo Español de Arte Contemporáneo. El 10 de septiembre de 1992, los Reyes de España inauguraron la Colección Permanente del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, que hasta ese momento había acogido únicamente exposiciones de carácter temporal. A partir de entonces quedaría constituido en auténtico museo, con los cometidos de custodiar, acrecentar y exhibir sus fondos artísticos; promover el conocimiento y el acceso del público al arte contemporáneo en sus diversas manifestaciones; realizar exposiciones de nivel internacional, y poner en marcha actividades de formación, didácticas y de asesoramiento en relación a sus contenidos, tal y como se recoge en su Estatuto.


reinasofia2012-03El continuo desarrollo del Museo en cuanto a sus colecciones, actividades, servicios y número de visitantes, llevó en su día a los responsables de la institución a realizar estudios acerca de la posibilidad de aumentar su superficie. A través de un concurso internacional de ideas, se eligió el proyecto del arquitecto francés Jean Nouvel que culminó con la inauguración del nuevo edificio en septiembre de 2005. Su proyecto, además de dar respuesta a las necesidades planteadas por el Museo, se situaba en el barrio con clara vocación de transformar el entorno urbano. Con la creación de una plaza pública -que surge de la ordenación de los nuevos edificios y la fachada suroeste del actual Museo-, se convertía en un espacio de y para la ciudad.
El 31 de octubre de 2010 se cumplieron veinte años desde que el Reina Sofía abrió por primera vez sus puertas como museo, con la vocación de llegar a ser una gran institución de proyección internacional.
Los Reyes daban el 31 de octubre de 1990 el pistoletazo de salida a un proyecto que intentaba recuperar el retraso e incorporarse a la modernidad. Coincidió con la inauguración de la exposición Memoria del Futuro. Arte Italiano, desde las primeras vanguardias a la posguerra.


El Museo surgió con la voluntad de actuar como motor y animador de la cultura y la creación artística, respondiendo así a la vitalidad de la sociedad española con la irrupción de jóvenes artistas y nuevos investigadores. Tomás Llorens, María de Corral, José Guirao, Juan Manuel Bonet, Ana Martínez de Aguilar y Manuel Borja-Villel, seis directores para el Museo, seis proyectos que se han ido sucediendo y en los que cada responsable y su equipo han ido haciendo posible el Museo que hoy tenemos.
El balance puede quedar resumido en la progresiva consolidación de la colección; la organización de más de 530 exposiciones temporales, centenar y medio de ciclos de vídeo, decenas de encuentros, conferencias y seminarios o numerosos y variados talleres, todo ello con el objeto de atender a las necesidades de los distintos tipos de público. Asimismo, y como consecuencia del crecimiento de actividades y de visitantes -que en las últimas dos décadas se ha visto incrementado en un 350 por 100- en estos años también ha sido  necesario abordar una ampliación que acometió el arquitecto Jean Nouvel.


Y echando la vista atrás y haciendo balance de estos últimos veintiún años, se percibe que se han conseguido gran parte de los objetivos necesarios para cubrir esa necesidad tan acuciante a finales de los ochenta, en un país  que ya había encauzado y afianzado sus pasos en la senda de la democracia.  Todo ello ha sido posible gracias al esfuerzo de  cientos de personas  que en distintos momentos impulsaron de una manera u otra el proyecto de creación en España de un gran museo de arte contemporáneo.


En este momento y en consonancia  con los nuevos retos, la estrategia del Museo Reina Sofía gira en torno a dos reflexiones. La primera, volver a pensar la función y constitución del museo en la contemporaneidad. La segunda buscar una alternativa a los modelos históricos,  surgidos en los años 20 (que presentaban una historia lineal y excluyente) o el postmoderno, planteado a mediados de los 80 (como absorción de la confrontación y el disenso en un nuevo territorio globalizado). Hoy el Museo no se conforma con ser una lugar que exhibe un saber universal, identitario y excluyente, sino como espacio de discusión  en la esfera pública.
Los fondos del Museo Reina Sofía abarcan obras realizadas entre finales del siglo XIX y la actualidad. Hoy se cuenta con más de 20.000 obras que dan cabida a todo tipo de técnicas artísticas: en torno a 4.100 pinturas, más de 1.700 esculturas, casi 3.600 dibujos, más de 5.500 grabados, 4.230 fotografías, 120 instalaciones y casi 40 vídeo instalaciones, más de 400 piezas de cine y vídeo, más de 100 piezas de artes decorativas y 35 de arquitectura. De ellas, sólo se exhibe, formando parte de la Colección, una selección de aproximadamente un 5%.


Recientemente se ha presentado la nueva Colección del Museo en unos espacios renovados y puestos al día. El recorrido, que cuenta con  numerosas e importantes novedades, se distribuye a lo largo de aproximadamente 8.750 m2, distribuidos entre los dos edificios, Sabatini y Nouvel, que sirven para acoger unas 1000 obras en un discurso que arranca con la modernidad y llega hasta nuestros días.
En la Colección del Museo destaca un núcleo de obras de grandes artistas españoles del siglo XX, especialmente Pablo Picasso, Salvador Dalí y Joan Miró, representados ampliamente y con algunas de sus mejores obras.


Es muy relevante igualmente la colección de arte surrealista (con obras de Francis Picabia, René Magritte, Yves Tanguy o Jean Arp, además de los ya citados Miró y Dalí), Cubismo (que a la colección Picasso añade nombres como Juan Gris, Georges Braque, Robert y Sonia Delaunay o Fernand Léger) y la presencia de artistas expresionistas, como Francis Bacon o Antonio Saura; junto a autores de diversas tendencias tan destacados como Lucio Fontana, Yves Klein, Diego Rivera, Alexander Calder, Roberto Matta, Mark Rothko, Antonio López García, Antoni Tàpies, Miquel Barceló, Nam June Paik, Wolf Vostell o Sam Francis / Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.